Las nuevas corrientes de pensamiento están favoreciendo la sensibilización sobre las relaciones entre las personas y la naturaleza, una de las claves que caracterizan la mentalidad de las nuevas generaciones. El mundo natural se está convirtiendo así en un polo de atracción intelectual y emocional en la sociedad actual.
Esta tendencia no es ajena a los nuevos modelos que vienen implementando en el ámbito educativo, donde el conocimiento y la sensibilización respecto del entorno ocupa un espacio cada vez más relevante. Estos nuevos planteamientos persiguen una mayor formación de los alumnos en aspectos vinculados con la naturaleza, una concienciación sobre la trascendencia de este factor en la calidad de vida, y una mayor integración personal en el medio que nos rodea. En definitiva, se busca que las nuevas generaciones contacten de forma directa con el entorno natural para dotarse de herramientas multidisciplinares para su interpretación, apreciación, cuidado y disfrute. Un medio idóneo para lograr este objetivo es la práctica de actividades en la naturaleza, una oferta de ocio y deporte cada vez más amplia.
Son muchas las especialidades actualmente disponibles (parques de tirolinas, senderismo, etc.) que combinan la práctica del ejercicio físico con la capacidad para convertirse en un complemento idóneo en la formación sobre el medio natural en el ámbito educativo.
Esta doble vertiente que caracteriza las actividades en la naturaleza permite simultanear de forma óptima el desarrollo físico del alumno con una integración vivencial en un espacio que se estudia de forma paralela, contribuyendo de forma muy positiva al conocimiento, respeto y conservación del entorno.
Sin duda, la inclusión de este tipo de actividades en el ámbito escolar será uno de los pilares que marcarán el nuevo rumbo de la educación durante los próximos años. Actividades que combinan la práctica del ejercicio físico con la capacidad para convertirse en un complemento idóneo en la formación sobre el medio natural en el ámbito educativo.
Esta doble vertiente que caracteriza las actividades en la naturaleza permite simultanear de forma óptima el desarrollo físico del alumno con una integración vivencial en un espacio que se estudia de forma paralela, contribuyendo de forma muy positiva al conocimiento, respeto y conservación del entorno.